10 febrero 2008

DREAMMER

Hasta ahora creía que este blog daría cabida a cualquier opinión, vivencia y/o relato que, desde el máximo respeto y educación, cualquiera de sus miembros quisiera transmitir.

Como ya he transmitido en distintas ocasiones, cada uno de nosotros es (o debería de ser) muy libre a la hora de expresarse. Igualmente, es (o debería de ser) responsable de sus publicaciones y contenidos.

Yo firmo como Dreammer.

Ni soy Enoch, ni soy Manic, ni soy Ethrus, ni soy Berracus, ni soy Матрёшка, ni soy Puti, ni soy Vassilies, ni soy Vividor_1, ...

SOY DREAMMER.

Y como al, asumo todas las consecuencias de reflejar mis opiniones en un post. A mi es al que se deben pedir explicaciones por los comentarios plasmados, y mía exclusivamente es esa responsabilidad. Por lo que no creo que nadie, en su sano juicio, por muy contrariado que se sienta ante una idea expresada por mi, considere responsable a otro miembro más que a mi.

Asumo que cualquiera de los integrantes del blog puede tener su forma de pensar, muy distinta a la mía. O tal vez no. Ni lo se ni me importa, puesto que considero que cada uno tiene derecho a ser como le plazca, siempre y cuando respete y no agreda al resto, con educación y buenas palabras.

Así accedí al blog, y así me gustaría seguir en el.

Acciones como la sufrida, no hacen más que reafirmarme en esta convicción.

Ante el diálogo y la comunicación, no tendría por menos que quitarme el sombrero.
Ante la censura y (lo más grave para mi) la no comunicación de las decisiones tomadas no puedo decir ni hacer nada...

Me veo con las manos atadas.

07 febrero 2008

La liebre y la tortuga

¿Quién no recuerda esta maravillosa fábula de Esopo? Sí, la arrogante liebre se echa la siesta porque sabe que ganará la carrera, pero se duerme tan profundamente que acaba perdiendo ante la constancia de la tortuga. Ahora sabemos qué pasó después, al menos con la liebre. Las malas experiencias, ya se sabe, aceleran el encanecimiento del cabello. Por suerte, no se le cayó.



Y ¿dónde podía acabar escondida tras este fiasco? Donde nadie la encuentre, claro. Con lo que gusta echarse la siesta allí, no me cabía ninguna duda.

05 febrero 2008

Abogaaaado...

Tiene todo el derecho del mundo. No es criticable en ningún caso, puesto que puede hacerlo y tiene la titulación adecuada. Pero, cuanto menos, la noticia tiene su aquel: Aznar ejercerá como abogado


A mi, de primeras, me suscita alguna duda.
¿Será abogado matrimonialista?, ... ¿llevará divorcios?

Quizá se dedique a causas penales. ¿Quiénes serán entonces sus primeros defendidos? ... Siendo como es, un hombre íntegro y honrado, imagino que querrá prestar todo su apoyo a los amigos que, quien sabe, en un futuro puedan necesitar de sus servicios.

A lo mejor Bin Laden recurre a su defensa, pues todo el mundo sabe que el es inocente, que fue ETA.

Y puede que también su amigo Bush, algún día, tenga que llamarle. ¿Hay alguien que dude de la existencia de armas de destrucción masiva en la justificadamente aniquilada Babilonia?

En cualquier caso, podría ir cogiendo experiencia con otros conocidos, de juicio en juicio y de causa en causa, de los muchos pendientes que hay por la Costa del Sol...

Lo que es innegable, es que no hay nada como haber sido presidente de un país para que se te abran todas las puertas: A su anterior cargo como Funcionario del Ministerio de Hacienda, se suman ahora otras actividades como Escritor, Consejero del sector de la Comunicación, Conferenciante, Asesor Inmobiliario, Profesor ... y ahora Abogado.

01 febrero 2008

Profesiones

Todos y cada uno de nosotros, llegado el momento, debemos decidir que hacer con nuestras vidas.
Algunos deciden estudiar una carrera y dedicarse de por vida a la vertiente escogida. Léase el caso de profesores, médicos, abogados, economistas, ingenieros, y un largo etcétera.
Algunos optan por aprender un oficio que les proporcione el sustento mensual, como es el caso de fontaneros, hosteleros, eletricistas, mecánicos, panaderos, y otro largo etcétera.
Otros, como yo, eligen estudiar una carrera de la cual se desvinculan y acaban ganándose el sustento con un oficio diametralmente opuesto.
Luego hay quien, desde la más tierna infancia es rebelde por naturaleza, difícil en su trato, y elige el camino tormentoso de la delincuencia, bien por falta de recursos, bien por el ambiente frecuentado.
Y por último, están los que van a lo cómodo. Los que, llegado el momento, tienen que decidir por ganarse la vida honradamente, o vivir del cuento, de las subvenciones, y de la cama y comida gratuita que les proporcionan el Estado por una parte, y el sustento caritativo de algunas almas atormentadas por otro. Y es esta gente, que se empeña en ir dando lecciones de comportamiento, la que tiene para mi peor catadura moral.
Alguno serio y decente habrá, no digo que no. Pero en general, la aportación que realizan a la sociedad del Siglo XXI, no solo no aporta nada, sino que además contribuye claramente a su decadencia.
Se que levantaré ampollas, pero a tenor de los últimos acontecimientos no puedo dejar pasar la ocasión de manifestar mi opinión sobre estos últimos.
Dependiendo del lugar en el que habiten del planeta, visten diferentes atuendos. Unos llevan togas, otros turbantes y babuchas, otros camisolas y tirabuzones, y los hay hasta con taparrabos.
Mayoritariamente en este lado de Europa visten estilizados trajes que denominan clergyman. Y más concretamente, en esta parte del Mediterrano, se decantan por las sotanas. Sotanas que además adornan con distintos colores, pasando por el grana hasta llegar al púrpura, y seguidamente el blanco impoluto, que al igual que los cinturones de las artes marciales marcan el grado de sabiduría, en este caso marcan el nivel de sinvergonzonería, hipocresía y desfachatez.

Lo siento si ofendo a alguien. No es mi propósito, desde luego. Respeto y defiendo cualquier tipo de creencia. Lo que nunca podré respetar es que haya personas o instituciones que, haciéndose valer de esas creencias, pretendan imponer pensamientos, actitudes y razonamientos más propios de la Edad Media, donde los sabios y eruditos eran quemados vivos, que del año 2008.

No podemos, ni debemos tolerar que esta gente se inmiscuya en la vida pública, ni mucho menos emita juicios de valor para con la población. Para eso ya existe un sistema democrático con una división de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que en última instancia, son consecuencia de las voluntades expresadas por los ciudadanos.
Que con sus vidas y conciencias hagan lo que les plazca. Están en su derecho. Pero, por favor, que eviten inmiscuirse en la vida de los que no lo requerimos.
Si no, tal vez deberían replantearse su profesión, pues sin duda la están confundiendo.