20 diciembre 2007

Estrés de ciudad

¿Quién no ha sufrido alguna vez los rigores de esta ciudad siempre con prisas?. Un buen amigo “de pueblo”, como a él le gusta decir para presumir, me dijo una vez en uno de sus viajes: “En Madrid desde luego sois tontos. En el metro subís andando las escaleras mecánicas. ¿Pero no os dais cuenta de que ellas ya suben solas?”. Una frase que resume un estilo de vida.

Supongo que todos los que hemos tenido la ocasión de viajar en metro con asiduidad, estamos vacunados ante determinados comportamientos de viajeros, cantantes ambulantes, etc, pero hace poco tuve ocasión de ver algo nuevo. Un caballero de mediana edad y aspecto apacible se levantó súbitamente de un banco mientras esperaba el metro y dirigió sus iras contra uno de los paneles informativos que cuelgan en los andenes, y que indican el tiempo que supuestamente falta para que llegue el siguiente convoy. Al grito de “¡Ya está bien de cachondeo, coño, que llevamos aquí 5 minutos y ahí sigue poniendo 1 minuto¡” buscaba la complicidad de los demás viajeros que atónitos le contemplábamos, derivando a continuación su ira en un discurso contra los políticos municipales y autonómicos que gestionan el servicio.

Debo decir que a partir de ese momento he prestado más atención a los paneles en cuestión, y tras un periodo de observación de los mismos, he llegado a la conclusión de que lo mejor es ignorarlos por completo, si uno no quiere alterarse de manera gratuita. Los antiguos paneles informativos del metro indicaban el tiempo que hacía que se había marchado el último tren de la estación, en intervalos de 10 segundos, sirviendo de orientación aproximada para prever cuando tardaría en llegar el siguiente. Era por tanto un dato objetivo no sujeto a manipulación. Por el contrario el nuevo sistema puede hacer caer en la irritación a personas de naturaleza pausada y tranquila, como es mi caso.

La vivencia que relato a continuación se produjo de la siguiente manera:

Un viernes por la tarde al salir del trabajo, demasiado tarde para ser un viernes, en la estación de metro de Alonso Martínez, línea 10, dirección a Puerta del Sur llegué al andén justo a tiempo para que el conductor me diera con la puerta en las narices. Pacientemente me senté en un banco mientras el panel informativo indicaba la llegada del siguiente tren en 3 minutos. Inconscientemente miré el reloj, las nueve en punto. Como ese día no llevaba nada para leer, sin duda el mejor bálsamo para viajar en metro, me dio por estar pendiente del reloj y de la maldita pantallita. A las nueve y tres minutos, el panel seguía marcando que llegaría en 3 minutos. A las nueve y cinco había bajado a 1 minuto. A las nueve y siete aparece el mensaje “próximo tren va a efectuar su entrada en la estación”. Me levanto del asiento y me acerco al borde del andén. Pero el tren no llega, ni siquiera se oye. Me giro hacia el panel, que ahora indica “Andén con dirección Puerta del Sur”, mensaje obvio e innecesario, pues todos los allí presentes sabíamos que el tren iba en esa dirección. Inmediatamente después vuelve a cambiar a 1 minuto, y sin solución de continuidad, aparece el mensaje cumbre “Próximo tren sólo circula hasta Puerta del Sur”, ¡joder¡, como que allí se termina la línea, y si el tren continuara se estrellaría contra el final del tunel.

En ese momento, ya francamente irritado, y a punto de convertirme en una versión madrileña de Michael Douglas en la película un día de furia, recordé que llevaba mi mp3 en la cartera. Mientras sonaban los acordes de “la lluvia gris”, como bálsamo tranquilizante, apareció por fin el tren atestado de chavales que salían de marcha. Desde entonces evito mirar el reloj en los andenes.

2 comentarios:

Manic dijo...

Como usuario diario de la línea 10 del metro en la que además hago transbordo diario en la estación de Puerta del Sur puedo asegurar que todavía la línea termina allí. La primera vez, hace algo más de un año, en que empezó a aparecer este mensaje me dio un ataque de risa que apenas pude contener pensado que acaban de incorporar un becario nuevo para poner los textos en los paneles luminosos. Pero está visto que el becario sigue igual de torpe que el primer día. Y cuando lo he comentado con otras personas de la zona sur de Madrid que también toman esta línea para pasar a MetroSur (línea 12) pasa de un ataque de risa a un descojone total. Y para no extenderme demasiado en otro momento contaré la historia de los torniquetes de la estación de Puerta del Sur, que también tienen lo suyo.

DREAMMER dijo...

Metro de Madrid vuela..... reza la publicidad de la Comunidad de Madrid.
En fin, que son lentejas: O pagas los parquímetros de Gallardón, o vas en el Metro de Esperanza...
Hay mil historias con las que reirse del metro, pero una de mis favoritas es la publicidad sobre la Linea 2, que está certificada por AENOR en calidad de medios, información al pasajero y cumplimiento de horarios.... JA, JA, JA: Actualmente tiene alguno de los modelos de trenes más antiguos en servicio; los paneles informativos son de los que marcan el tiempo que hace que pasó el último convoy... y no funcionan (ej: estaciones de Opera, Sol, Sevilla, Banco de España, Retiro...); y además tiene una espera media de entre 5 y 7 minutos entre tren y tren...

Saludos a todos!!!