08 mayo 2008

Un dia diferente (II)

Ese día (ayer) comenzó como rutinario, duchita, desayuno con cereales, y visita de obra.

Sobre las 11 de la mañana cuando me encontraba a 248 metros inspeccionando las góndolas, con la dirección facultativa y “la cremme de la cremme” de los contratistas, me llama mi tía llorando que mi tío estaba teniendo dificultades en el post operatorio, y se encontraba muy grave.

¡Vamos que no había nadie en Madrid más arriba que yo!, ya podía estar en la planta 20 o así. Es mi sino, cada vez que hay prisa estoy en la cubierta, de hecho mi jefe ya se ha llevado algún disgustillo que otro por esto, je, je.

Así que salí corriendo, con la respiración y gesto de salvación de uno de los contratistas, que estaban mirándome cual gacelillas indefensas, porque sabían que unas cuantas más abajo les iba a crujir, por sinvergüenzas mentirosos. Lo bueno es que se me pasó la mala leche.

Llegamos al hospital de Alcorcón, nada menos, en la otra punta de Madrid, a las 13 horas, ese tiempo se me hizo eterno, y además con inconvenientes que ralentizaron más nuestra llegada como una manifestación, que tuve que ir a casa por el coche, ...

A media tarde nos comunicaron que habían conseguido sacar a mi tío adelante y que tenia buen pronostico dentro de la gravedad.

Cuando ya nos íbamos a venir para casa a descansar y justo en el momento que entraba mi amado y sufrido esposo por la puerta del hospital, a mi padre le fallaron las piernas y aun mi chico no ha conseguido saber como se encontró saliendo corriendo, ante mis gritos, y cogiendo a mi padre en volandas, antes de poder ni siquiera saludar a nadie, y rodeado de enfermeras, ..... ¡Menuda bienvenida!

¡Tacatá!, trincaron a mi padre y a urgencias con él. A las 12 y media de la noche le trasladaron en ambulancia al hospital que nos corresponde, y a las 4 de la madrugada le mandaron para casa, alegando que probablemente fuera cansancio y no otra trombosis cerebral como temíamos en un primer momento.

En el ínterin mi marido y yo remojados por la chupa de agua que nos cayó hasta que llegamos al coche para llegar a Madrid centro desde el hospital de Alcorcón.

Esto si que fue un día diferente e inesperado, y ¡hoy estamos rotitos!.

Pero lo más importante de todo esto es ser felices con la vida rutinaria que nos ha tocado vivir. Ya que observamos que cuando una persona mira cara a cara a la enfermedad o la muerte, se hace consciente de lo feliz que podía haber sido, únicamente disfrutando de lo que tenía, y de las cosas que podía haber hecho en sus circunstancias para fomentar más esa felicidad.

Yo no pienso esperar a ser feliz a que me cambie la vida (que me toque la lotería, ...).

Pero no nos engañemos la verdadera felicidad no se basa en el egoísmo, si no en hacer felices a nuestros seres queridos, compartir las cosas con los demás, actuar con compasión y ayudarles, dejando a un lado al orgullo, el amor propio desmesurado, .... que sólo nos conducen a la infelicidad.

¡Tengo 1420 minutos cada día, y yo me los voy a comer a mordiscos!. Y lo primero que voy a hacer es disfrutar porque me voy a ir a mi trabajo. (Eso sí, por la tarde, porque por la mañana estaba muy perjudicada).

5 comentarios:

Bascuñein dijo...

Qué puedo decir, que me alegro de que no fuera nada más que un susto y que tienes razón en todo.
Sólo una pregunta: 24x60 = 1440 minutos. Si te comes a mordiscos 1420... ¿qué haces con los 20 minutos que te quedan al día? ¿la digestión?

Enoch dijo...

Pue sí que tienes razón, sí. Hay que intentar encontrar la felicidad en las circunstancias de cada uno, y no esperar pasivamente que cambien, o conformarnos con esperar un futuro mejor... para cuando te quieres dar cuenta, el tiempo se ha pasado... ¡Tempus fugit! Disfruta del momento!

Un abrazo muy fuerte (también para tu amado y sufrido esposo).

Manic dijo...

Yo también creo que tienes razón en todo. Y ante la profundidad de tu entrada en comparación con la mía, mereces qudarte con el título de "Un día diferente" y yo debería cambiar el mio

Матрёшка dijo...

Me alegro que os haya gustado, y más me alegraría si ha servido para que seais más felices.
Es curioso, que cosas tan obvias sea necesario que nos las recordemos de vez en cuando. ¡Pero la naturaleza humana es así!
Berracus: eso me pasa por no multiplicar. Pero ya se sabe rendimientos del 100% son difíciles.
Enoch: un beso para el osito.
Manic: estamos esperando un día diferente III, que creo que ha habido otra excursioncilla pasada por agua.

Manic dijo...

Está en el horno. Apunto de salir. Pasada por agua es mucho decir. Sólo cayeron algunas gotas