14 enero 2008

Tiempo de propósitos

Otro año más que ha pasado sin que nos demos ni cuenta. Ya estamos en 2008 y, como es tradicional, llega la lotería del Niño, vienen los Reyes Magos, empiezan las rebajas… y la gente acude en masa a apuntarse a gimnasios y academias, como parte de los propósitos que se han hecho para el año nuevo... Para asistir durante un par de semanas, un mes lo más, y luego no volver a pisar por allí hasta, quizás, enero del próximo año (carne de cañón, para las magníficas ofertas y descuentos por pagar todo un año de gimnasio de una vez).

Y es que de la misma manera que a final de año las empresas cierran el año contable, e inician el siguiente partiendo de cero, las personas también hacemos borrón y cuenta nueva, por lo que el primer mes del año es tiempo de propósitos (buenos, se supone).

Yo este año... ¡Aprendo a tocar la guitarra!

Pese al tono crítico del primer párrafo, he de aclarar que me parece una costumbre muy sana plantearse propósitos y objetivos personales, sea cual sea el día del año que se haga. Un propósito, según la RAE es una “intención de hacer o no hacer algo” o un “objeto (fin o intento a que se dirige una acción) que se pretende conseguir. Es por tanto una práctica fundamental para el crecimiento personal de cada uno el establecerse propósitos y luchar para conseguirlos. En otras palabras, es muy difícil llegar a conseguir algo si no te lo has propuesto antes.

Aquí está la clave de la cuestión: en mi opinión, si el hecho de plantearse un propósito no supone cierto compromiso de uno mismo con la causa, y no se pone algo de voluntad al perseguirlo, no sólo es de poca utilidad, si no que además, puede suponer una pérdida de tiempo y/o dinero (el caso del pico de afluencia a los gimnasios en estas fechas es el mejor ejemplo).

Por otra parte, hay que plantearse los propósitos inteligentemente. Uno no debe dejarse llevar por su optimismo natural, ya que es la mejor manera de tener unos objetivos demasiado complicados de conseguir. Esto no quiere decir que no debamos ser ambiciosos con nuestras metas… Pero el contar con propósitos alcanzables nos permitirá animarnos a medida que vamos viendo que estamos cerca de conseguirlos. Asimismo, es preferible contar con unos propósitos generales a unos demasiado concretos. Por ejemplo, el propósito de alguien que después de las fiestas se sube a la báscula y entra en conocimiento de la cruda realidad puede ser “tengo que bajar 10 kilos en seis meses. Así que dieta y me apunto al gimnasio ahora mismo”, o mejor “tengo que llevar una vida más sana, hacer deporte y comer de manera equilibrada”.

¿Inauguráis el año con nuevos propósitos? Animaos a contarlos en los comentarios. Yo mientras, me voy a la academia de inglés esta misma semana, a hacer la prueba de nivel…

6 comentarios:

DREAMMER dijo...

Yo, vistas las consecuencias de la última resaca, este nuevo año me propongo no beber más... pero tampoco menos!!!!

Manic dijo...

Yo me propongo tener algo más de paciencia y tratar de reducir peso para mejorar tiempos en la próxima S. Silvestre.

Luis dijo...

Mire esto, mire... verá cómo ya somos algunos haciendo propósitos por ahi...

http://plutonverbenero.blogspot.com/2008/01/el-dia-ha-llegado-el-proyecto-beta.html

Anónimo dijo...

Yo comienzo mi año de própositos en septiembre cuando se vuelve de vacaciones. Ahora en realidad nada cambia.

un abrazo y forza Atleti

Ethrus dijo...

Mi propósito es correr la San Silvestre del próximo año en menos de una hora. A ver que pasa. Y alguna toma de contacto con algún deporte nuevo, como por ejemplo el golf...

Bascuñein dijo...

Aunque no es propósito de año nuevo, yo me propongo como candidato a la alcaldía de Madrid, ahora que Gallar dice que lo deja, jeje.

Por cierto, Enoch, el oso de la foto creo que es la mascota de WWR Un foro en el que se comparte música rock a través de la mula... Yo le echaría un ojo por ahí y pondría los créditos correspondientes.